miércoles, 18 de mayo de 2011

Anatomía de la articulación del tobillo


En anatomía humana, el tobillo es la articulación en donde se unen el pie y la pierna. Está constituido por tres huesos: el peroné, la tibia y el astrágalo. El calcáneo y el escafoides, aunque no forman parte del tobillo, soportan ligamentos importantes.


Los ligamentos más importantes, ya que son los que le proporcionan estabilidad a la articulación, son:
- Ligamento deltoideo: une el astrágalo y el calcáneo con la tibia y se encuentra al lado interno del tobillo
- Ligamentos laterales: son tres fascículos diferentes, que unen el astrágalo y el calcáneo con el peroné. Están en el lado externo.
- Ligamentos de la sindesmosis: son los que mantienen unidos la tibia y el peroné.





Articulación tibioperoneoastragalina o tobillo.
Es la articulación intermedia entre el segmento de la pierna y el pie. Se denomina así a la región del cuello del pie que engloba la articulación talocrural y la tibioperoneo inferior. El límite superior es la zona maleolar y el inferior le tarso posterior y superior. Podemos decir además que constituye una unidad funcional integrada por la suma de varias articulaciones morfológicamente independientes. Una articulación supraastragalina, tibioperoneoastragalina y subastragalina (astragalocalcanea y astragalocalcaneoescafoidea).


Articulación tibioperoneoastragalina.
Comprende una trocleoartrosis y una sindesmosis. La sindesmosis tibioperonea o articulación tibioperoneo distal está reforzada por 2 potentes ligamentos (anterior y posterior) que parecen continuar la membrana interósea. Es una articulación de gran relevancia funcional a causa de la diferencia de anchura anteroposterior de la polea astragalina; permite cierta separación entre la tibia y el peroné durante los movimientos de flexoextensión, más el movimiento de rotación del peroné.


Articulación tibioastragalina.
Pertenece al género de las articulaciones en polea; formada por las extremidades distales de los huesos de la pierna, constituyendo la mortaja articular tibioperonea para el cuerpo del astrágalo. Por parte de la tibia interviene la cara inferior del maléolo tibial y por parte del peroné, la cara interna del maléolo peróneo; unidos fuertemente por los ligamentos tibioperoneo anterior y posterior. Por parte del astrágalo tenemos, en su cara superior, la superficie articular que se forma a partir de su polea astragalina, es decir, dos vertientes laterales que se encuentran en la ranura central. De esta forma queda una articulación troclear formada por la garganta o mortaja tibioperonea y la tróclea astragalina.
La cápsula se fija en el contorno de las superficies articulares, excepto en su parte anterior, que queda algo más alejada. Es laxa por su parte anterior y posterior y apretada lateralmente.
Se halla reforzada por los ligamentos lateral externo y el ligamento lateral interior o deltoideo. Los ligamentos se originan en ambos maléolos y se reparten en forma de abanico hacia abajo en dirección a los huesos del tarso. El ligamento deltoideo se origina en la mitad inferior de la tibia y se inserta en el astrágalo, calcáneo y el escafoides. El origen del ligamento lateral interno se encuentra en el eje de movimiento; por ello, se encuentra en tensión constante. El ligamento lateral externo se origina debajo del eje de movimiento, en la cara externa del pie (maléolo externo). Se compone de tres fascículos o haces, que son el haz peroneoastragalino anterior, el haz peroneoastragalino posterior y el haz peroneocalcaneo.


Movimientos
la articulación tibioperoneoastragalina solo posee movimientos de flexoextensión. La supinación y la pronación que se experimenta en el pie se desarrollan entre el astrágalo, calcáneo y escafoides –articulación subastragalina y calcaneoescafoidea-. Es así que los movimientos de circunducción experimentados en el pie son causados por la participación de las tres articulaciones nombradas

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